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Quiero proclamar Tu Palabra: La historia de Marie Dentière

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Quiero proclamar Tu Palabra: La historia de Marie Dentière
  • Marie Dentière fue una prolífica escritora, la primera teóloga protestante de la Reforma.
  • Ella, junto a su esposo, fueron la primera pareja ministerial que defendió las enseñanzas de la Reforma.
  • Juntos iniciaron un internado para niñas, donde ella les enseñaba la Biblia, griego y hebreo.
  • La primera mujer que defendió la necesidad de un ministerio de mujeres como ala evangelística del ministerio pastoral.
  • Aunque se encontró con oposición por algunos reformadores, incluyendo a Calvino, ella perseveró en proclamar la Palabra.
  • Al final de sus días, Calvino reconoció su pasión por la Palabra, tanto que le pidió escribir el prefacio de un sermón suyo.
  • Es conocida, al día de hoy, como una de las teólogas reformadoras protestantes más importantes en Ginebra.

 

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Quiero proclamar Tu Palabra: La historia de Marie Dentière

En un tiempo que valora la fama por los dones, nuestra mujer de fe, Marie Dentière, nos reta con su testimonio de vida y nos lleva a recordar lo que es importante: proclamar la Palabra de Dios a toda criatura. ¡Esto es ser verdaderamente discípulas de Cristo! Si estás casada con un pastor, Marie te invita a participar activamente de su llamado pastoral al cuidar de él y de otras mujeres, jóvenes y niñas, enseñando la verdad de la Palabra.

¿Quién fue?

Nuestra mujer de fe, Marie Dentière, nació en Tournai, Francia en 1495. Ingresó al convento agustino llamado Prés-Porchins en contra de su voluntad. Como muchas otras monjas, empezó a escuchar las enseñanzas de Martín Lutero, las cuales la motivaron a huir del convento y tomar 500 ducados, lo que hoy serían alrededor de mil dólares americanos. Fue una mujer apasionada por defender la verdad de manera escrita junto a su esposo Fambert. Fue conocida como una de las primeras mujeres teólogas que se promulgó contra Calvino sobre la vestidura ostentosa de los predicadores, entre otros debates. 

Sin embargo, con el tiempo, la tensión entre ellos disminuyó y Calvino afirmó una admiración especial por Marie y su pasión por defender la verdad junto a su esposo, quien era conocido como un excelente predicador. Ella falleció en el año 1561, fue sepultada en el Muro de los Reformadores en Ginebra, en la parte posterior de la estela dedicada a Zwinglio, un predicador que, por cierto, la influyó en gran manera. Sus obras aún sobreviven mostrándonos su recia voluntad argumentativa para defender las verdades bíblicas que hicieron mayor eco durante la Reforma.

¿Cuál es su historia?

Luego de escapar del convento, se casó con un ex sacerdote llamado Simón Robert, con quien tuvo cinco hijos. Juntos se trasladaron a las afueras de Ginebra, donde predicaron las doctrinas de la Reforma. Fueron el primer matrimonio que dirigió una comunidad cristiana de manera apasionada y en equipo. Él era un pastor muy querido que lastimosamente murió cinco años después de haber iniciado su misión pastoral. 

Durante la Reforma se escucharon más celebraciones de matrimonios. Marie se volvió a casar con Antoine Froment, otro pastor reformado, predicador y colaborador de misiones en Ginebra, junto a otro pastor, Guillermo Farel. De este segundo matrimonio nació una hija el mismo año que abrieron un internado para cuidar a niñas y educarlas en la formación de griego y hebreo.

Dentiere fue, quizás, la primera escritora protestante que defendió la teología reformada en el idioma francés con la incesante verdad de quiénes somos ante Dios frente a la hipocresía de los líderes religiosos católicos romanos. Propuso que se ampliara el papel de la mujer en la religión, en el sentido de interpretar las Escrituras y enseñarla a otras mujeres y niños. Creyó que el ministerio de mujeres era un brazo evangelístico para el pastor, basándose en el pasaje de la mujer samaritana que predicó sin vergüenza sobre sus pecados conocidos, Jesús y su Palabra.

En principio, algunos de los reformadores creían que ella ejercía una mala influencia sobre su marido por su personalidad radical, así que sus escritos fueron prohibidos. Incluso, ella no era tan popular dentro del círculo de mujeres recientemente convertidas al protestantismo. Parecía adelantada en su tiempo y pensamiento. Lo que el conocimiento produce en las personas es una seguridad de lo que creen y dicen. Marie afirmó que no había dos evangelios, uno para mujeres y otro para hombres, solamente uno que Cristo encomendó a todos.

Aunque siempre fue esposa de pastor, se caracterizó por ser una madre que cuidaba de los suyos, pero también dedicaba tiempo al estudio bíblico, deseaba ser un equipo con su esposo. Por eso, enseñaba en contra del celibato y a favor de que la mujer estudiara la Biblia. Ella y su esposo estaban de acuerdo en ello, por eso él la ayudaba a publicar sus escritos junto a los de él para defender las enseñanzas de la Reforma, el papel de las mujeres y la labor evangelística que tanto se necesitaba en su tiempo. 

Su última contribución, luego de que Calvino la reconociera como una teóloga y escritora prolífica, fue escribir el prefacio del sermón de Calvino, el cual habla sobre la modestia de la mujer según 1 Timoteo 2:8-12, de manera que, antes de sus días finales, dejó las controversias para saberse apoyada por uno de los reformadores más importantes de la historia protestante.[1]

¿Qué podemos imitar de ella?

Es importante reconocer que en el tiempo de la Reforma se estaba viviendo una reeducación de las doctrinas cristianas. Además, había persecución de vida por parte de las autoridades religiosas que en ese tiempo se mezclaban con el poder político. Después de mucho tiempo de oscurantismo y control religioso, poder leer, estudiar e interpretar la Palabra de Dios, inclusive en sus idiomas originales, seguramente fue un oasis en medio del desierto. 

No es la excepción con nuestra querida mujer de fe. Marie nos enseña que los “Priscilas y Aquilas” aún son formados por Dios y usados para sus propósitos en tiempos específicos. En ese tiempo, ellos fueron clave para recordar la verdad de la Palabra sobre el matrimonio. De Marie podemos imitar su pasión y constancia en defender la verdad de la Biblia, al igual que la disciplina para leerla y estudiarla. Es un ejemplo sobre cómo ser la ayuda idónea y compañera activa en el ministerio. También nos enseña la importancia de cuidar a las mujeres y niñas que necesitan aprender del Señor. 

Ciertamente, la mujer samaritana fue inspiración para ella. Para nosotras, siempre será Cristo y solo Cristo, porque Él nos encomendó la misma misión a todos los hijos de Dios: «Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo» (Mt 28:19-20).

Cristo nos hace parte de su misión porque somos su familia redimida con la verdad revelada en las Escrituras y el poder del Espíritu Santo para vivir diferente al mundo como esposas y como misioneras proclamando su Palabra, la cual trae libertad a los cautivos. En todo, se trata de Él. La libertad que Marie sintió provino de la seguridad de conocer la verdad, de igual forma, nosotras somos libres a partir de que conocemos la verdad que nos asegura que podemos vivirla. Persevera en la lectura de la Biblia, estúdiala, medita en ella y no pierdas alguna oportunidad para proclamarla, el tiempo de hoy lo amerita y lo clama a gritos.

 

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¿Quién fue Marie Dentière?

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Recursos

https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/mujeres-estudian-teologia/

https://www.faithward.org/es/priscilla-y-aquila-un-duo-dinamico-del-siglo-primero/

 

[1] “Las mujeres en la reforma protestante del siglo XVI”, Octubre de 2014, ALC Comunicación, disponible en: https://alc-noticias.net/es/2014/10/20/las-mujeres-en-la-reforma-protestante-del-siglo-xvi/ , consultado octubre de 2021

 

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