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¿Hay feminismo en tu cristianismo?

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¿Hay feminismo en tu cristianismo?
  • El feminismo es un movimiento que coloca a la mujer en el centro de su vida apartando a la mujer de la verdadera feminidad.
  • Las mujeres aprenden la feminidad por medio del conocimiento de la Palabra y la obediencia a ella, no por medio de seguir modas, tradiciones y enseñanzas humanas.
  • La feminidad bíblica es ser mujeres hacedoras de la Palabra de Dios para la gloria de Dios.
  • Las mujeres en la Biblia nos muestran el mismo patrón: creer, obedecer, rendirse y entregarse a Cristo, aunque eso cueste sus vidas.
  • Las mujeres son verdaderamente plenas en la medida que aman más a Cristo para ser como Cristo.

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 ¿Hay feminismo en tu cristianismo?

Mucho se ha escrito y hablado acerca del feminismo. Este artículo no pretende enseñarte más sobre lo que seguramente ya sabes, y si no es así, aquí te compartimos otro artículo nuestro acerca del feminismo https://www.reformadas.com/blog/la-biblia-y-el-feminismo. En este artículo queremos que detectes si hay feminismo en tu modo de pensar, actuar y sentir.

El mundo

El mundo es la gran plataforma para que las filosofías de hombres y el banquete de “lleve y traiga” estén disponibles, y las redes sociales son su voz. Cuán fácil te encuentras con mensajes como: ámate a ti misma; tú tienes un poder dentro de ti para cambiar; sigue tus sueños sin importar lo que te digan; sé lo que tú quieras ser, no dejes que nadie se interponga en tus metas; tú eres la dueña de tu destino y de tus decisiones; tú puedes ser más que el hombre, es más, no lo necesitas, y si te estorba, quítalo; tú decides si deseas tener hijos, porque lo que importa es tu vida; entre otras. ¿Puedes ver la similitud entre estas frases? Sí, el “yo”. 

La Biblia

Sin embargo, el mensaje del “yo” solo es la versión barata de la mentira del Edén. 

¿Con que Dios ha dicho? —dijo Satanás.

¡No, no es cierto que morirán!, ustedes serán como Dios —dijo el perspicaz enemigo (Gn 3:1, 4). 

Eva se tragó el cuento, las siguientes generaciones también, y tú y yo somos el resultado de ello. Lo cierto es que no podemos culpar a nadie sobre cómo somos y lo que hemos decidido creer en nuestro corazón. El feminismo en la Biblia se ve en aquellas mujeres como Atalía, Jezabel, o incluso en el acto de Sara diciéndole a Abraham qué hacer para que ella pudiera tener el hijo que Dios prometió darles. 

¿Qué hace la Biblia frente al feminismo? Lo mismo que ha hecho desde siglos: quebrantar corazones para que se arrepientan de su pecado y se vuelvan de todo corazón a su Creador y Redentor.

Nuestros días

El feminismo pretende que las mujeres tomen un rol que Dios no les ha dado, no solo frente al liderazgo de los hombres, sino también en el liderazgo que ellas quieren realizar sin Dios, apartadas de sus mandamientos y de su soberanía. El control es el pecado distintivo en las mujeres que hemos tenido un contexto de matriarcado o liderazgo femenino fuerte. Pareciera que las mujeres no necesitamos a nadie y que somos capaces para afirmar lo que es bueno y lo que no es bueno para nosotras; y las cristianas actuamos igual, pero hacemos una oración para justificarlo.

El feminismo es una enseñanza sutil que apela a medias verdades para atraparte. Sí es cierto que las mujeres han recibido violencia a lo largo de los años; sí es cierto que las mujeres han pasado por mucho abuso y discriminación a lo largo de los años. Sin embargo, esta no es una excusa para levantarnos en nuestra fuerzas y métodos como si pretendiendo ser nuestras propias dueñas, nos debemos a un Señor que no cambia su Palabra. Hermana querida, no lo somos (1 Co 6:20). 

Las falsas enseñanzas nos arrebatan de quien nos ha comprado a precio de sangre para que vivamos bajo la sombra de su Palabra que nos protege de nosotras mismas. Dios es quien ha dado los roles, ha definido lo que es justo y es justicia, y ha dicho que es lo mejor para nosotras, es decir, lo que verdaderamente necesitamos. No se trata de obtener justicia o venganza en este mundo para recibir lo que creemos que es justo, aun si lo fuera, las cristianas nos sometemos a la Palabra de Dios porque en ella estamos refugiadas y protegidas.

La verdadera feminidad

Las mujeres cristianas no somos feministas ni perseguimos el movimiento del feminismo, somos llamadas a abrazar nuestra feminidad integralmente, cuerpo y espíritu, de la mano de nuestro creador y salvador. 

Es por ello que la verdadera feminidad no puede proceder de la mentira de corazones que solo buscan salirse de la voluntad de Dios y redefinir lo que Dios dice claramente en su Palabra. Las mujeres fuimos llamadas por gracia para obedecer a Cristo, no a nosotras mismas (1 Pe 2:21). Tristemente, muchas mujeres dentro de las congregaciones están enseñando falsedad al llamar a las mujeres a un feminismo basado en el “yo” y no en el glorioso evangelio de Cristo (Gál 2:4-5).

La feminidad bíblica proviene de la enseñanza de Dios en su Palabra. A través de ella, observamos mujeres que obedecen a Dios aun a pesar de sus vidas, entre ellas encontramos a: Abigail (1 Sa 25), Rahab (Jos 2), Rut (2-3), Débora (Jue 4-5), Ester (Est 2-6), la mujer samaritana (Jn 4). 

Ninguna de ellas buscaba gloria para sí mismas ni buscaba su propio destino, tampoco agradarse a sí mismas u obtener justicia para ellas en el nombre de Dios. Fueron esposas de esposos difíciles, con esposos no tan visibles, esposas inconversas obedientes a sus suegras creyentes, mujeres que vivieron una vida de pecado que escogieron obedecer a Dios para ser de Él eternamente. ¡Esta es la verdadera feminidad! Ser mujeres hacedoras de la Palabra de Dios para la gloria de Dios —ya no vivo yo, más Cristo vive en mí (Ga 2:20).

¿Cómo se ve?

Relación con Dios: obedece a la Palabra de Dios, medita en ella y la proclama con su boca y su forma piadosa de vivir (1 Pe 3:1-5; Sal 119:15-16; Prov 31:30).

Esposa: es sujeta y respeta a su esposo, es su ayuda idónea en oración, apoyo a su liderazgo y consejo a su corazón (Ef 5:22-24; Col 3:18).

Madre: ama su maternidad para enseñar a sus hijos a estar en sujeción bajo los principios bíblicos, los entrena para vivir en este mundo (1 Ti 2:12; Prov 23:25).

Hermana: ayuda, sirve, y ama a sus hermanas en la fe para apuntarlas a Cristo, no se considera mayor a ellas, sino su servidora y amiga (Col 3:12-17; Prov 27:9).

Familia: ama y proclama el evangelio a los de su familia con su servicio al imitar a Cristo (Mt 5:21-25, 43-48).

Mundo: no ama las cosas de este mundo, no anda tras las enseñanzas de este mundo, no imita al mundo (1 Jn 2:15-17; 1 Co 11:1).

Testimonio: el sufrimiento no es un impedimento para mostrar la gracia de Dios y la fortaleza del Espíritu Santo. Obedece a Dios, aunque eso le cueste su vida (1 Pe 4:12-16).

Querida amiga, no te dejes engañar por los ofrecimientos de satanás para que desvíes tu mirada de Cristo. El feminismo no te ofrece lo que dice, aunque satisfaga tu “yo”, te está mintiendo. Solo Dios, quien es fiel y verdadero, no solo cumple todo lo que dice, sino lo que mostró en una cruz y en su resurrección.

 

Aprende

Según el artículo, ¿qué es el verdadero feminismo?

Vive

¿En qué áreas no estás obedeciendo a la Palabra, sino a ti misma? ¿Por qué te cuesta tanto despojarte de lo que te han enseñado? Lee Efesios 4:19-24 y observa cuáles son los mandamientos de los que eres responsable para cambiar.

Lidera

Comparte este artículo con alguien más para hablar de la verdad de la Biblia sobre este tema.

 

Recursos extra

https://radioeternidad.com/2022/03/03/es-biblico-el-empoderamiento-de-mujeres/

https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/la-mujer-cristiana-y-el-feminismo/

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