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Migajas de Instagram vs. Banquete de la Palabra

comunidad crecimiento cuentas cristianas iglesia instagram redes sociales robo a la iglesia unidad Sep 03, 2025
Migajas de Instagram vs. Banquete de la Palabra
  • Históricamente, los cristianos han tenido una estrecha relación con la lectura, estudio y meditación de las Escrituras. 
  • Las redes sociales influyen en la holgazanería e inconstancia por medio de mensajes cortos que producen un superficial y fugaz sentimiento de convicción.
  • Las publicaciones cristianas de las redes sociales tienen poca profundidad y no procuran la meditación del mensaje general del evangelio.
  • Podemos ir a la Palabra con el ánimo y perseverancia que necesitamos para alimentarnos espiritualmente gracias al Espíritu Santo que habita en el creyente.

 

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Migajas de Instagram vs. Banquete de la Palabra

Por Gaby Puente

Hace algunos años mi rutina mañanera consistía en despertar, tomar mi teléfono y comenzar a revisar mis redes sociales. Mi excusa era que la mayoría de las publicaciones provenían de perfiles cristianos y sentía que con unas cuantas frases, versículos y alguna que otra prédica eran suficientes para mi interacción con la Palabra de Dios. Con la idea de que volvería para revisarlas y meditar en ellas, guardaba las imágenes que me llamaban la atención o despertaban mi admiración, pero nunca lo hacía. Poco a poco me di cuenta de que mi dieta bíblica no era contundente ni nutritiva, por lo que el scrolling infinito hacía que las publicaciones cristianas se mezclaran con videos de maquillaje, reseñas de productos de Amazon y bailes virales. 

Así fue como descubrí que Instagram y Facebook me robaron una de las disciplinas más importantes para el creyente: la lectura de la Biblia. En la era digital, los cristianos nos hemos conformado con migajas de pan que encontramos en internet para satisfacer nuestra hambre de verdad, en lugar de acudir al banquete de 66 libros divinos que Dios nos ha dado para conocerle y gozar de Él por siempre (Jn 5:39).

Atención vs. distracción 

Los primeros cristianos leían en voz alta las Escrituras para conocer los preceptos de Dios y aplicarlos a sus vidas (Lc 1:2). Los reformadores pasaban horas saboreando versículos para un estudio completo de cada libro, con el fin de defender que solo por la gracia y por medio de la fe obtenían la salvación. Los puritanos estudiaban diligentemente la Palabra para llevar sus corazones a una contemplación y admiración constante de su Creador. Lamentablemente, en la actualidad, nosotras no tenemos la capacidad de mantener nuestros ojos en la actividad que para los primeros cristianos era sustancial, así que no es extraño observar que dentro de nuestras iglesias luchamos con depresión, ansiedad y amargura. 

La falta de curiosidad diligente hacia las palabras divinas nos ha empujado a buscar el placer del momento, en lugar de una contemplación específica de Dios en su Palabra revelada. Así que, con tristeza, he de admitir que hemos llegado a la introspección mórbida del posmodernismo. Por el contrario, deberíamos seguir el ejemplo de los bereanos, quienes analizaban con detenimiento todos los discursos de Pablo, de manera que tenían la certeza de que las Escrituras eran la verdad absoluta (Hch 17). Así que no deberíamos distraernos de nuestra lectura bíblica, porque de eso depende nuestro crecimiento, sabiduría y discernimiento. 

De lo inmediato a lo constante

¿Has leído la Biblia completa? ¿Qué tal Génesis, Mateo o Jeremías? Si no lo has hecho, puedes recordar las palabras del salmo 119:9 y evaluar tu relación actual con las Escrituras por medio de las siguientes preguntas: ¿otorgas de tu tiempo, dedicación y perseverancia a descubrir el tesoro de la inteligencia y la sabiduría que guardan las páginas inspiradas por el mismo aliento de Dios? ¿Cuál es el porcentaje de tiempo que le dedicas a la Biblia vs. Instagram? ¿Qué dice eso de tus afectos? 

Las redes sociales nos han robado el gozo de experimentar que el fruto de la constancia es una confianza segura y una sabiduría en el conocimiento de Dios y del evangelio. Este robo ha sido reemplazado por sentimientos fugaces y reacciones superficiales que surgen al ver una publicación sin necesidad de meditar en ella. 

Por medio de un clic compartimos algo que nos llegó por tres segundos y que después desaparecerá en el olvido. ¿Cuál es la diferencia con el dulce trabajo de estudiar la Palabra? La respuesta es que al leer grandes porciones de la Escritura abriremos el camino para encender el fuego de nuestro corazón a la meditación; sin embargo, nos hemos acostumbrado a páginas de devocionales que utilizan un solo versículo en su cabecera y el resto es sabiduría humana. Esto ha provocado la holgazanería y la inconstancia, las cuales evitan saborear la dulce sabiduría de las Escrituras (Sal 119:103).

De lo saludable a lo procesado 

Piensa en que un día te despiertas hambrienta y sedienta; lo único que hay en la cocina son papas fritas y coca cola, por lo que te sientes satisfecha comiéndotelas con gusto. Pero, si esa continúa siendo tu dieta diaria, terminarás enferma del estómago, del hígado y probablemente de muchas cosas más que impedirán que tengas una vida normal. 

Pues bien, esta analogía sirve para ejemplificar que las redes nos alejan del alimento saludable que viene de leer la Biblia por nosotras mismas y apuntan nuestra atención a un versículo procesado que no contribuye a la meditación de las Escrituras ni a la santificación del creyente. A pesar de que aparentan ser de nutrición, las publicaciones de las redes, al saltar cada tres segundos de contenido, son ineficaces para procurar un crecimiento estable y permanente. 

Con esto no queremos decirte que dejes de consumir contenido en redes sociales, ¡esta serie de artículos sobre el buen uso de las redes sociales está en una plataforma online! Por tal razón, para nosotras es importante que aprendas cómo hacer buen uso de los recursos cristianos en diversas plataformas en línea, así como de las redes sociales para que estos no sustituyan tu tiempo en la Palabra, en oración y en comunidad.

Ahora, aunque sé que este escenario puede verse desfavorable: ¿cómo nos acercamos a las redes sociales y a su disfraz de piedad y profundidad en sus publicaciones? Primero, debemos pedir la ayuda del Espíritu Santo, quien nos guía a toda verdad (Jn 16:13-15); segundo, identificar el deseo y la motivación de nuestro corazón al leer la Biblia (Sal 139:23); después, perseverar en la disciplina y despojarnos de las distracciones que se catapultan como prioridad en nuestras vidas (1 Ti 4:7). 

Recordemos que al leer la Palabra encontramos el camino que nos guía a Cristo y, en este peregrinar, debemos ser fieles y diligentes.

 

Aprende

  • ¿De qué maneras las redes sociales han robado tu atención y tiempo a la lectura de la Palabra? 

Vive

  • Escoge un libro de la Biblia y escríbelo en tu diario. 
  • Apunta todas las cosas que te llaman la atención y subraya cada vez que hace referencia a los atributos o títulos de Dios.

Lidera

  • Haciendo un buen uso de las redes sociales, llama a dos amigas por teléfono o videollamada y lean un capítulo de un libro de la Biblia juntas todas las mañanas durante 30 días.
  • Ahora, ¿cómo compartes tu testimonio, vida y pensamientos? Primero, asegúrate de tener una comunidad, relaciones fuera de redes que comprueben que lo que publicas y compartes empata con tu vida real. Nuestra familia, iglesia y amigos son los verdaderos testigos de quienes realmente somos.
  • En segundo lugar, procura una correcta comprensión del evangelio pues la identidad que encuentras en Cristo te anima y te permite ser auténtica al momento de presentarte en otros círculos, sea de manera virtual o real. Las redes sociales nos dan una perfecta oportunidad para compartir el mensaje de salvación de diferentes maneras.
  • En tercer lugar, comparte y sé libre. Al estar anclada en la Palabra de Verdad, nada de lo que mires en redes sociales te tentará a buscar satisfacción y seguridad fuera de tu Salvador.

 

Recursos

https://www.bible.com/es/reading-plans

https://www.coalicionporelevangelio.org/series/como-leer-tu-biblia/

https://proyectobiblia.com/reading-plans/

https://www.indubiblia.org/

 

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