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Tres maneras de cuidar el cuerpo

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Tres maneras de cuidar el cuerpo
  • La abundancia de información implica que tenemos mucho para elegir y he ahí nuestro gran problema: tenemos tantas opciones que terminamos sin hacer nada
  • Caminar no debería ser solo algo sorprendente, también es una gran oportunidad para tener conversaciones profundas con los nuestros y con nuestro amado Dios. Hay caminatas que recuerdo muy bien cómo se convirtieron en oraciones profundas. 
  • Si te sientes cansado, de mal humor, con un descontrol en tu peso, déjame decirte que  estos cambios y problemas de salud a menudo se producen por la ausencia de un buen sueño y descanso. De hecho, el sueño y el descanso son bendiciones de Dios para cada uno de sus hijos.

 

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Tres maneras de cuidar el cuerpo

Por Daniel Cabús

Muchos siglos han pasado desde que se descubrieron la medicina, la anatomía e incluso la estructura de la teoría del entrenamiento. Si «googleas» cómo cuidar el cuerpo, te aparecerán miles de programas de entrenamiento, decenas de consejos sobre la última máquina para ejercitar un músculo específico, el entrenamiento que realiza el famoso de las RR. SS., en fin, abunda todo tipo de contenido. No obstante, la abundancia de información implica que tenemos mucho para elegir, y he ahí nuestro gran problema: tenemos tantas opciones que terminamos sin hacer nada. Por esa razón, quiero darte tres formas básicas sobre cómo puedes cuidar el cuerpo con toda confianza bíblica y respaldo científico.

Camina más y ora mientras lo haces

Caminar es, sin duda alguna, uno de los eventos más increíbles, pero a la vez es de los más subestimados por todos nosotros y es tan rutinario que para muchos ha perdido su brillo. Realmente, mientras caminas, ¿has pensado en todo lo que está sucediendo en tu cuerpo? Caminar no solamente es algo extraordinario, es parte de las misericordias de Dios para nuestro cuerpo y corazón cada mañana. Mientras camino hacia la escuela con mi hija, tengo las más grandes oportunidades de compartirle el evangelio de manera más ilustrativa. Caminar no debería ser solo algo sorprendente, también es una gran oportunidad para tener conversaciones profundas con los nuestros y con nuestro amado Dios. Hay caminatas que recuerdo muy bien cómo se convirtieron en oraciones profundas. 

Caminar también ayuda a nuestro sistema cardiovascular y es una forma de ejercicio aeróbico. Cuenta el doctor Colbert que uno de sus pacientes comenzó a caminar enérgicamente cuatro veces por semana durante treinta minutos y después de un año había perdido 36 kilos (2007, p. 144). Un estudio realizado en Harvard (Corliss, 2023, párr. 3) reveló que un 23 % más de riesgo de mortalidad y un 56 % más alto de riesgo de enfermedades coronarias en hombres que suben menos las escaleras que compré en unos 25 pisos a la semana que los que suben más que eso. Si vives en una casa de dos pisos, asegúrate de subir las escaleras al menos un par de veces al día para que logres subir el mínimo de 25 pisos a la semana que necesitas y así obtener estos beneficios.

¿Qué esperas para comenzar a caminar enérgicamente hoy? Tus piernas esperan por ti.

Duerme mejor y no te olvides de orar antes

Seguro que mientras lees pasará por tu mente: «¿En serio? ¿Estos son los consejos?». Pero seamos sinceros, lo que sabemos sobre lo que debemos hacer para cuidar y administrar el cuerpo que Dios nos ha dado a menudo es muy superficial, aunque sea elemental. Todos sabemos que debemos dormir bien, ¿cuántos dormimos realmente como deberíamos hacerlo? Muy pocos. En los EE. UU. se recetaron solamente en un año cuarenta y dos millones de píldoras para dormir (Saul, 2007, párr. 1); se estima que más de sesenta millones de estadounidenses padecen de insomnio. Si te sientes cansado, de mal humor, con un descontrol en tu peso, déjame decirte que estos cambios y problemas de salud a menudo se producen por la ausencia de un buen sueño y descanso. De hecho, el sueño y el descanso son bendiciones de Dios para cada uno de sus hijos (Colbert, 2007, p. 42), el salmista lo sabía muy bien «Dios concede el sueño a sus amados» (Salmos 127:2, NBV). A quienes están cansados, Él dice: «vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados; yo les daré descanso» (Mt 11:28, NVI). 

Algunos elementos a destacar de las bendiciones del sueño sobre el cuerpo son:

  1. El sueño estimula el sistema inmunológico: las personas que duermen nueve horas cada noche en lugar de siete tienen una actividad de «células asesinas» superior a la normal. Las células asesinas naturales destruyen virus, bacterias y células cancerígenas (Colbert, 2007, p. 42).
  2. El sueño regula la liberación de hormonas fundamentales: mientras duermes, se secreta la hormona del crecimiento, la cual produce que los niños crezcan, impulsa el trabajo anabólico muscular, es decir, la construcción de masa magra, y ayuda a controlar la grasa en los adultos (Colbert, 2007, p. 43).
  3. El sueño reduce los niveles de cortisol: a menudo el estrés y la ansiedad no vienen porque nos ataca el enemigo o nuestro propio corazón; a veces es porque no estamos durmiendo lo suficiente y eso aumenta el estrés. El estrés excesivo aumenta el cortisol, lo cual interrumpe el equilibrio neurotransmisor en el cerebro.

¿Qué esperas para comenzar a dormir? La almohada puede resolver muchos problemas a futuro, pero no olvides orar, es mejor cerrar los ojos siempre con un pensamiento santo.

Aprende cuándo decir no y aférrate al Señor

En su libro The Overload Syndrome (en español El síndrome de la sobrecarga), el doctor Richard Swenson (1998) sostiene que el margen es la diferencia entre la vitalidad y el agotamiento; es ahí donde obtenemos lugar para respirar y almacenamos reservas de energía. Si siempre te encuentras apresurada o estás cansada todo el tiempo, normalmente se debe a que no has establecido suficiente margen en tu horario: demasiadas actividades, demasiados compromisos. Si observas y lees los evangelios, la vida de Jesús nunca fue apresurada. Él sabía cómo dejar margen en su vida. Así que necesitamos aprender a ir más despacio y al tiempo de Dios; saber qué responder requiere sabiduría. Oro para que el Espíritu Santo te impulse a hacer lo que debes hacer y a no envolverte en un mar de obras que no fueron preparadas para ti, pero quizás sí para otros.

Para concluir: sal a caminar todo lo que puedas, descansa en el reposo que solo Dios nos da y vive con prudencia en cada área de las oportunidades de servicio que vayas encontrando en el camino. Dios no quiere hombres y mujeres perfectos; no los hay. Dios quiere que seas fiel en lo que te ha llamado a ser y hacer. Que tu corazón tome aliento para cuidar el cuerpo para la gloria del que sostiene todas las cosas.

 

Aprende

  • El cuidado corporal debe tener fundamento bíblico y respaldo científico.
  • Hay tres maneras básicas y efectivas de cuidar el cuerpo:
    1. Caminar y orar
    2. Dormir bien
    3. Aprender a decir «no»
  • El descanso es una bendición de Dios (Salmos 127:2).
  • Jesús nos enseña la importancia de mantener márgenes en nuestra vida.

Vive

  • Incorpora la oración durante tus caminatas diarias.
  • Establece una rutina de sueño consistente que honre a Dios.
  • Practica decir «no» a actividades que sobrecarguen tu horario.
  • Usa el tiempo de ejercicio como oportunidad para meditar en la Palabra.
  • Reconoce el descanso como un acto de obediencia y confianza en Dios.

Lidera

  • Organiza «caminatas de oración» en tu iglesia local.
  • Crea un grupo de apoyo para desarrollar hábitos saludables de sueño.
  • Comparte recursos sobre la importancia del descanso desde una perspectiva bíblica.
  • Desarrolla un ministerio de salud integral que incluya estos tres aspectos básicos.
  • Mentorea a otros en cómo establecer límites saludables en sus vidas.
  • Inicia un grupo de caminata semanal que combine ejercicio y discipulado.

Recuerda: La simplicidad es clave. No necesitamos programas complejos para cuidar nuestro cuerpo. Caminar, dormir bien y saber decir «no» son maneras básicas pero poderosas de honrar a Dios con nuestro cuerpo mientras crecemos en nuestra fe.

 

Referencias

Colbert, D. (2007). Los siete pilares de la salud. Casa Creación.

Corliss, J. (2023). Climbing stairs linked to lower risk of heart disease. Harvard Health Publishing, Harvard Medical School.

https://www.health.harvard.edu/heart-health/climbing-stairs-linked-to-lower-risk-of-heart-disease

National Cancer Institute. Cancer Trends Progress Report. https://progressreport.cancer.gov

Saul, S. Record Sales of Sleeping Pills Are Causing Worries. The New York Times. https://www.nytimes.com/2006/02/07/business/record-sales-of-sleeping-pills-are-causing-worries.html 

Swenson, R. (1998). The Overload Syndrome. NavPress.

 

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