Suscríbete

¿Estás sirviendo a Dios sin Dios?

amargura amor cristo dios servicio servir a dios Jan 17, 2024
¿Estás sirviendo a Dios sin Dios?
  • Puedes servir a Dios sin Dios si lo haces mecánicamente cuando no involucras tu corazón.
  • Puedes servir a Dios sin Dios si lo haces por una decisión emocional para esperar bendición.
  • Puedes servir a Dios sin Dios cuando lo que buscas es tu gloria y no la de Dios.
  • Puedes servir a Dios sin Dios cuando lo haces en tus fuerzas y no en las de Dios.
  • Servir a Dios sin Dios es el resultado de un corazón alejado de una relación profunda con Él.
  • Servir a Dios sin Dios es el resultado de aprender a cumplir tareas, pero no búsqueda de Dios.
  • Servir a Dios con Dios es un deleite porque proviene de una relación genuina con Él.
  • Servir a Dios con Dios es lo que haremos en la eternidad, porque siervos somos de Él.

 

En Reformadas tenemos recursos bíblicos para ti, suscríbete aquí para descargarlos completamente gratis.

 

¿Estás sirviendo a Dios sin Dios?

Por mucho tiempo estuve sirviendo a Dios con todo mi tiempo, corazón y necesidad con el fin de que mi inversión retornara en una bendición, ya fuera por una resolución de conflictos, el cambio de una persona, recibir sanidad, terminar la escasez o parar el sufrimiento. Tristemente, esto no era perceptible a otros ¡ni a mi misma! Cuando no recibí retorno de mi inversión, fue cuando realmente salió a luz lo que estaba en mi corazón: estaba sirviendo a Dios sin Dios. Todo lo hacía en mis fuerzas, para mi gloria y para obtener lo que yo deseaba o me decían que debía tener o ser para verme como una buena cristiana.

¿Qué significa servir a Dios sin Dios?

Es posible estar involucradas en una misión o en alguna área de nuestra iglesia sin tener nuestro corazón ahí. Cuando caemos en esto, generalmente es porque no tenemos pasión por quien lo hacemos o porque lo hacemos para nosotras mismas. Y cuando es así, lentamente nos cansamos y terminamos cambiándolo por algo más. Esto es verdaderamente triste.   Mucho de lo que hacemos puede tornarse sistemático, o bien, emocional porque realmente no tenemos claro para quién hacemos lo que hacemos o porque no nos han enseñado cómo se ve un corazón nuevo para servir a Dios.  

Servir a Dios sin Dios es hacerlo en nuestras fuerzas, para nuestra gloria o para llenar una actividad cristiana. Piensa en un robot que está programado para realizar las mismas tareas cada día, sin la menor emoción o intencionalidad. Piensa en una chispa que ilumina todo en un segundo cuando se enciende, pero pronto desaparece. Así se ve servir a Dios sin Dios. Si estás sirviendo a Dios de manera mecánica o de manera emocional, te aburrirás pronto o te sentirás desconectada de Dios. Hasta que identifiques que esta frialdad o emocionalidad está en tu corazón, podrás cultivar una relación profunda con Dios que te inspire a caminar en su voluntad, con sus fuerzas y para su gloria, lo cual resultará en gozo en tu corazón.

Pero, ¿por qué sucede?

Quiero darte dos razones por las cuales caemos en una vida de servicio a Dios sin Dios. La primera razón es la falta de conocimiento bíblico acerca de quién es Dios, es decir, cómo obra en nuestra vida. Podemos caer en un moralismo que nos desconecta de una relación con Dios porque no recibimos lo que queremos, ya que hemos creído que Dios nos debe dar todos los deseos de nuestro corazón, entonces serviremos mecánicamente con un corazón descontento de las circunstancias y de nuestra relación con Dios. La falta de gozo es evidente.

La segunda razón es un corazón que, por no habituarse a leer la Biblia para vivirla, aún está lleno de su vieja naturaleza que desea las cosas de este mundo, como por ejemplo, reconocimiento o gloria de los hombres, bendiciones para hacerse un nombre aquí y ahora, etc. El resultado es servir a Dios sin Él por ser inconstante al querer llenar nuestro corazón con emociones o con la vanagloria de esta vida, que si somos honestas, es fluctuante. La falta de humildad es evidente.

Ahora bien, si somos honestas delante de Dios, encontraremos que, de alguna manera, estamos en estas dos posiciones, lo cual es triste porque, teniendo a Dios morando en nosotras y su Palabra a nuestro alcance, parece que no hemos encontrado motivación suficiente para servirlo de su mano, en sus fuerzas y para su gloria en medio de cualquier situación que enfrentemos. Lo maravilloso de nuestro Dios es que su promesa de amarnos y santificarnos para ser como Cristo jamás dejará de ser a pesar de nosotras.

¿Cómo servimos a Dios con Dios?

La Palabra de Dios nos da el principio: «Jesús le respondió: “Escrito está: 'Al Señor tu Dios adorarás, y a Él solo servirás'”» (Lc 4:8). Ahora bien, ¿cómo se ve este principio? La Palabra de Dios nos responde: «En pos del Señor su Dios ustedes andarán y a Él temerán; guardarán Sus mandamientos, escucharán Su voz, le servirán y a Él se unirán» (Dt 13:4). Nota este último versículo. Para servir a Dios, primero debes temerle y guardar sus mandamientos para seguirlos, solo así le podrás servir unida a Él. 

Es decir, servir a Dios con Dios significa que le temes y por eso le honras. Sabes que está presente en todo lo que haces y piensas, así como también te llenas de su Palabra para conocerlo de manera que puedas vivir para Él. Todo esto en conjunto es una relación genuina con Dios. Solo cuando tenemos una relación profunda y real con Él hacemos lo que nos pide y de su mano. ¿Lo puedes ver? Cuando te sientes desanimada porque no recibes lo que deseas, no seas pronta en alejarte de quien tiene la respuesta. Acércate a su Palabra en oración para encontrar la respuesta. Solemos alejarnos de Dios en vez de volvernos a Él para recibir aliento, luz, verdad y ayuda porque reconocemos que somos nosotras quienes necesitamos comprender su voluntad, no es Él quien necesita comprender la nuestra, aunque lo hace en Jesús. 

Querida hermana, reconoce que Dios es digno de ser servido con tus manos, pero también con tu corazón. Si te sientes identificada con alguna de las dos premisas que te presentamos, te animamos a acercarte al Señor con un corazón honesto sobre cómo te sientes y lo que piensas acerca de Él, así como acerca de tus sueños y necesidades. Dios es un buen Padre que escucha nuestras oraciones y las contesta en su tiempo y a su manera, solo debemos confiar en su bondad y sabiduría para nuestra vida. Al final, servir a Dios con Dios es lo que haremos por la eternidad: «Ya no habrá más maldición. El trono de Dios y del Cordero estará allí, y Sus siervos le servirán» (Ap 22:3).

 

Aprende

¿Qué significa servir a Dios sin Dios?

Vive

¿Qué es lo contrario de servir a Dios? Responde leyendo Deuteronomio 28:14; Mateo 6:24; 1 Tesalonicenses 1:8-10. Luego, escribe las reflexiones que concluyas a partir de este artículo con los pasajes bíblicos para identificar las áreas de tu vida donde sirves a Dios sin Dios. Por último, luego de identificarlas, llévalas en oración para que Dios te ayude a servirle con gozo y humildad.

Lidera

Haz una lista de actividades en tu iglesia o comunidad y empieza a orar por cada una de ellas, modifícalas si te encuentras haciéndolas mecánicamente o emocionalmente. Ríndelas al Señor y encuentra a una amiga con el don adecuado para hacer aquellas actividades que hacías sin Dios.

 

Recursos

https://www.exploregod.com/es/articulos/como-puedo-servir-a-dios

https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/dios-te-llama-a-una-vida-de-servicio/

 

¡Únete Reformadas hoy!

Y accede a los estudios Bíblicos gratuitos que satisfacen tu alma y aumentan tu fe.

¡Da clic aquí!