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La obediencia y el llamado de Dios: la historia de Ida Sophia Scudder

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La obediencia y el llamado de Dios La historia de Ida Sophia Scudder
  • Ida nació en la India, hija de un doctor reconocido que le permitió estudiar en el seminario del reconocido teólogo Moody.
  • Ida soñaba con vivir en Estados Unidos, casarse y tener una familia en ese país, pues no le gustaba vivir en la India.
  • Dios le hizo un llamado a quedarse en la India y trabajar como médico.
  • Se convirtió en una misionera médica que construyó hospitales, universidades para enseñar medicina, y una escuela de enfermeras.
  • Ida fue reconocida por su labor compasiva hacia otros, puesto que, después de realizar cirugías, oraba por las personas y hablaba de Jesús.
  • Aunque se rehusaba al llamado de Dios por despreciar donde había nacido, Dios utilizó esto para glorificar su nombre y hacerla un vaso útil para Él y otros.

 

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La obediencia y el llamado de Dios: la historia de Ida Sophia Scudder

Ser misionero no siempre se trata de viajar a otro país. Dios nos usa en cualquier lugar de la misma manera que aquellos que se mudan; usa nuestros dones, talentos y profesiones. Este es el propósito de este artículo, que junto a Sophia Scudder, aprendamos cómo se ve el morir a nuestras comodidades por servir a Dios en donde Él nos llama.

¿Quién es Ida Sophia Scudder?

Ida Sophia Scudder fue una misionera médica que ejerció su labor en la India a favor de las mujeres indias en medio de la peste bubónica, el cólera y la lepra. Ella nació en 1870 en la India, su padre era el Dr. John Scudder que también era un misionero médico. El teólogo Dwight L. Moody invitó a Ida a estudiar en su seminario para niñas en Northfield, Massachusetts, para luego casarse y tener una familia.

Después de graduarse del Seminario, Ida regresó a visitar a sus padres a la India y comenzó a trabajar en “Scudders misioneros”, aunque no estaba tan convencida porque despreciaba haber nacido en la India, pues veía cadáveres de niños abandonados en las calles. Sin embargo, sus sueños cambiaron en una sola noche. Un hombre brahmán le pidió asistir a su esposa que estaba de parto, ya que las parteras no podían atenderla.

Ella prefería esperar a su papá que era médico, pero el brahmán no admitía que un hombre la asistiera y viera a su hija. Un mahometano tocó la terraza de su casa pidiendo que ella ayudara a su esposa en su parto, quien también no permitía que el doctor llegara, ya que ningún hombre fuera de su esposo podía ver a su esposa. Por último, en esa noche, llegó un hombre hindú de casta alta, diciéndole que su joven esposa estaba muriendo en el parto.

¿Cuáles fueron sus buenas obras?

Ella no pudo dormir esa noche, murieron tres niñas porque no había una mujer que las ayudara, “pasé gran parte de la noche angustiada, orando”, —ella relata. Esa fue la primera vez que realmente conoció a Dios y tuvo la convicción de ser llamada a este trabajo para estudiar medicina y ayudar a las mujeres de la India.

Así que Ida estudió medicina en una escuela de primer nivel. Se graduó en la Facultad de Medicina de La Universidad de Cornell con un proyecto en mente: un hospital. Recaudó suficiente dinero para construir un hospital para mujeres en Vellore, una ciudad ubicada en el sureste de la India. 

De manera providencial, un banquero de Nueva York ayudó a la joven misionera y donó una buena cantidad para la construcción del hospital. Su primera paciente fue una mujer de la alta casta hindú para examinar sus ojos por una grave conjuntivitis. Después de esto, no dejó de tener pacientes desde cien hasta trescientos en un día. Ella llevó sus servicios al campo en una carreta de bueyes para ayudar a los casos de emergencia, al terminar sus operaciones, ella oraba y les relataba acerca de Cristo.

Creó una escuela de enfermería de Vellore para entrenar enfermeras y médicos. Además, fundó una universidad para capacitar a mujeres en la medicina. Muchos apoyaron su labor, especialmente durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial. Construyó otro hospital, el más grande en Vellore en 1941, para continuar con su labor que introdujo la radioterapia, oncología, cirugía torácica y de lepra, nefrología, microbiología, oftalmología y más. Ida murió el 23 de mayo de 1960 en Vellore, India.[1]

¿Cómo podemos ser misionales?

Ella quiso abandonar la India y perseguir un mejor sueño, el de ella. Sin embargo, a través de ver la necesidad de las mujeres en la India, conoció a Dios, lo llegó a amar profundamente, y ayudó a muchas personas en ese país. La fe de esta mujer es reconocida como un gran testimonio permanente y respetado en todo el mundo misionero.

Muchas veces vivimos centradas en nosotras, llegamos a creer que nuestros sueños son de Dios sin siquiera orar y preguntarle. El mundo nos puede deslumbrar con sus ofrecimientos, pero necesitamos ir a Dios para conocer sus planes para nuestras vidas. Ten por seguro que sus planes siempre incluirán dos cosas: amar a Dios y al prójimo (Mt 22:38-40).

¿Has despreciado un llamado del Señor por el simple hecho de que no te gusta? Quizás desees vestirte de un llamado que no es el tuyo y por eso estés tan incómoda o frustrada. No podremos perseverar con gozo en nuestro caminar cristiano si estamos renegando del plan de Dios para nuestra vida. (Si quieres aprender más sobre la motivación para hacer lo que haces, lee nuestro artículo https://www.reformadas.com/blog/a-quien-y-a-que-apunta-lo-que-hago).

Ora, pregunta a otros que te conocen acerca de ti, conoce lo que te gusta hacer, estudiar, conocer, y espera que el Señor te guíe por su Espíritu a caminar en las buenas obras que Él ha preparado de antemano (Ef 2:10).  Lo mejor que puedes hacer es rendirte a sus propósitos; una de las maneras en la que nos guía es diciéndonos “no”, “no es por aquí”, “aún no”, o “no es así”. Así que antes de quejarte o malinterpretar a Dios, obedece y ten gozo.

 

Aprende

¿Cómo obró Dios  en la vida de Ida en su llamado?

Vive

Lee la historia de José en Génesis 37-47, pero principalmente lee las exclamaciones de José en Génesis 45 y 46 sobre el propósito de Dios para con José y su familia. Medita en cómo Dios te ha llamado a ti.

Lidera

Comparte con alguna amiga que tenga dudas en cómo Dios desea usarla. Oren juntas y anímala a confiar en los planes de Dios para su vida.

 

Recursos: 

https://hmong.es/wiki/Ida_S._Scudder

https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/como-se-cual-es-el-llamado-de-dios-para-mi-vida/ 

 

[1] Tomado de los archivos de biografías de mujeres misioneras de Bite Proyecto: Ida Sophie 

 

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