Suscríbete

El Justo por el Pecador

Mar 08, 2021

Con cánticos alabaré el nombre de Dios, con acción de gracias lo exaltaré. Esa ofrenda agradará más al Señor que la de un toro o un novillo.

Salmos 69:30-31

Otras lecturas: Mateo 27; Juan 19.


Es probable que hayas escuchado alguna canción, que aunque no fue escrita para ti, pega directo en una situación específica que estás pasando. Quizá de alguien que te hirió el corazón, o de la amiga que te traicionó, o del amor que sientes por tu esposo. La Biblia tiene un libro de canciones y poemas que se llama Salmos, y todas esas letras apuntan directo al Salvador que vendría y lo que haría. Si bien fueron salmos escritos para su tiempo y su momento histórico, los autores de estas canciones estaban pasando ciertas circunstancias. Y en esa inspiración divina, su contenido apunta hacia algo mucho mayor y sublime.

Si lees detenidamente el Salmo 22 te podrás percatar de la situación de Cristo en la cruz. De manera profética estarías leyendo los últimos momentos de Cristo, desde el jardín de Getsemaní hasta la cruz. En los salmos vemos el amor de Cristo, Su misericordia a través de Su muerte y resurrección.

Encontramos un discurso de pesar, queja, dolor, parte del plan que Dios había creado desde la eternidad pasada. Son evidencia cumplida de la realidad de que Cristo sufrió físicamente. El justo por los pecadores. De que el Creador muere por la criatura. Un grande misterio de nuestra fe: el abando no de Dios Padre hacia el Hijo. No entendemos bien qué pasó en esas tres horas en donde todo se oscureció, pero sabemos que ese fue el momento de abandono en donde se dio el pago eterno por los pecados del mundo. Fue ese el momento en que toda la ira de Dios en contra del pecado fue 

recibida por Cristo y en donde Él fue nuestra propiciación, al apropiarse de nuestros pecados y siendo el pago por ellos. Y aunque tenía el poder de decir que no y aun de bajarse de la cruz, en medio de esa crucifixión brutal, cruel y horrenda, Cristo gritó ¡tetelestai!, que significa, «Consumado es», o lo he pagado. En la cruz entregó su vida por ti.

La cruz permite un intercambio que por fe puede ser tuyo: la deuda de muertes que nos correspondía a nosotros, Cristo la pagó. Te invitó a cantar el Salmo 22 y el Salmo 69, cantos que David cantó hace siglos y que hoy día son alabanzas que hablan de Su amor y misericordia mostrado en la cruz.

Aprende

  • Lee 1 Pedro 3:18. ¿Quién es el justo y quiénes son los injustos?

 

Vive

  • Lee el Salmo 22 y escribe cómo fueron los últimos momentos de Cristo al padecer por ti.
  • Antes de la crucifixión de Cristo, la trinidad nunca había estado separada. Jesús vivió un momento solo y de oscuridad para pagar por tus pecados, para reconciliar al mundo con el Padre. ¿Cómo está hoy tu relación con Dios?

 

Lidera

  • El sacrificio que hizo Jesús por la humanidad es la expresión de amor más grande que jamás ha existido. ¿Cómo puedes reflejar este amor que Dios tuvo por ti a la gente que te rodea?

 

 

¡Únete Reformadas hoy!

Y accede a los estudios Bíblicos gratuitos que satisfacen tu alma y aumentan tu fe.

¡Da clic aquí!