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Su Reino y Su Pueblo

Mar 28, 2021

En verdad os digo: todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Además os digo, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Mateo 18:18-20

 

Han pasado 40 días. ¿Y ahora qué? Deseo que mis oraciones sobre ti sean respondidas hoy, mañana, en un futuro. Espero que este camino hacia la cruz te haya llevado a poner tu fe en Cristo y obtengas el perdón de pecados y la vida abundante y eterna. ¿Hacia dónde vamos ahora? Las últimas palabras de Cristo en la tierra nos entregan a los creyentes una misión muy específica: ir y hacer discípulos. O sea, ir y contar el evangelio de salvación y lo que hemos aprendido en él. La gente a nuestro alrededor está buscando sin encontrar. Así como tú lo hacías también. Buscando en todos lados (fiestas, alcohol, sexo, drogas; la familia, el ministerio, el trabajo, el dinero, el aspecto físico… y aun en la felicidad). El gozo profundo de una vida con propósito no se encuentra en nada que no sea Dios.

Es momento de dejar la vida que a Dios no le agrada. Falta de contentamiento, de llenura superflua, de frenesí por encontrar la llenura a tu vacío moral y espiritual. No seas más esclavo de aquello que te prometió llenarte y darte gozo. Porque nada nada en este mundo te dará ese gozo, esa vida abundante, ese contentamiento que tu corazón desea. Busca la paz de Dios que va más allá de tus circunstancias. ¡Puedes hacerlo! Ahora tienes el ancla que llena tu esperanza de promesas reales, Cristo, el Señor.

 Ahora que lo conoces, vive lo dicho en Mateo 18:18-20: ve y comparte a Cristo para que otras personas puedan vivir bajo el dominio de Dios, que es paz, gozo, contentamiento y libertad para hoy, mañana y para siempre.

 

APRENDE

  • Lee Mateo 28:19-20. De acuerdo con este pasaje, ¿qué tarea nos ha dejado Dios y que promesa nos da?

VIVE

  • ¿Qué actividades has estado haciendo para llenar el vacío que solo puede llenar Dios? Escríbelas en una lista. En oración, pídele al Señor que te guíe para que Él sea quien ocupe el trono de tu corazón.

LIDERA

  • Conversa con alguna hermana en Cristo sobre vivir en una postura de comodidad y olvidar con ello el poder de la oración. Hagan una lista de peticiones e intercedan juntas por cada una de ellas.

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