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¡Shh! No digas pornografía

evangelio pecado restauración sexual sexualidad tentación sexual Feb 15, 2023
¡Shh! No digas p0rn0grafía
  • La lucha contra la pornografía es feroz. El mundo te quiere esclavizar y engañar diciéndote que la necesitas o que está bien verla. La Biblia te dice que te vuelves esclavo de aquello que te gobierna.
  • No deseas ser esclava de un señor que al final te destruirá poco a poco hasta que deseas morirte. Eso hace satanás cuando crees que lo que la pornografía te ofrece es mejor que lo que Cristo te ofrece.
  • La pornografía causa que te aísles, te avergüences, que lleves culpa e inhabilidad de dejarla; en Cristo, esto no es cierto, puedes dejarla.
  • Una cristiana que lucha con pornografía es como una cristiana que lucha con el orgullo o la mentira, y todo esto es vencido por Cristo en la cruz. Es la misma y única solución.
  • Necesitas buscar ayuda, saber con quién caminar para rendir cuentas de lo que estás viendo, comprometerte a cambiar con la ayuda del cambio bíblico: despójate, renuévate y vístete de Cristo.
  • Puedes cambiar y dejar este pecado. Ora mucho, comprométete con Dios y con alguien más, haz tu parte porque Dios ya hizo y sigue haciendo la suya por medio del Espíritu Santo que te salvó y te ayuda a dejar este y todo pecado. 

 

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¡Shh! No digas pornografía

La pornografía ha tenido gran avance mundial abiertamente, no solo por la accesibilidad en la tecnología, sino porque la encontramos en casi todo lo que vemos: publicidad, anuncios, películas, caricaturas, las famosas series de Netflix y en otros lugares. Es por ello que la lucha contra la pornografía está presente en la vida de hombres y mujeres, y tiene efecto en el corazón y en la mente de las personas cuando no se resuelve pronto, pues se convierten en esclavos. 

El poder que tiene la pornografía en el cerebro es altamente dañino. Una imagen pornográfica que genera más ideas o pensamientos puede durar de 15 a 20 años. En el cerebro se activa el sistema de recompensa disparando químicos que brindan una satisfacción temporal al suministrar lo que “desea” y causa que la persona desarrolle tolerancia a estas imágenes y desee más. 

La Biblia lo dice así: «pues uno es esclavo de aquello que lo ha vencido» (2 Pe 2:19). La pornografía apela a nuestro corazón en tantas dimensiones y el placer que se recibe es tan poderoso que esclaviza. Es como esos dulces que te gustan tanto que quieres comerlos siempre por lo bien que te hacen sentir. Lastimosamente, esto es una mentira del infierno. Pues lo que no sabes es que lentamente te está matando.

¿Hay solución? Sí. No creas que te hablo desde un corazón moralista o que no comprendo la tentación. Todas somos tentadas a caer en nuestros deseos más oscuros. Desde Génesis 3, esa es nuestra tendencia: ver, desear y comer, para luego, escondernos, culpar a otros y morir de vergüenza porque, al final, lo que la serpiente prometió, no tuvo el sabor que dijo que tendría. Tres verdades importantes a tomar en cuenta en la lucha contra la pornografía:

La buena noticia: el evangelio

Si tu fe está en Cristo tienes la buena noticia de que ya no hay dedos acusadores, no hay porque esconderse ni hay vergüenza que la cruz de Cristo que no haya vencido para suplantarlo por una identidad firme de hija de Dios. La lucha con la pornografía es una lucha contra un enemigo voraz que desea dominarte. Es un pecado como otros, la diferencia es que la pornografía tiene consecuencias que te afectan grandemente.

La buena noticia del evangelio nos ayuda a recordar que hay esperanza. Cuando te encuentras sumida en la pornografía puedes llegar a pensar que no hay retorno, que jamás se irá el deseo y la necesidad de verla —te das por vencida. Ya lo has probado y no resulta, pues ese deseo regresa otra vez; eres tentada por esa película que trae recuerdos a tu mente de las imágenes pornográficas que consumiste. Todo en tu cuerpo te está diciendo: se pasará cuando vuelvas a consumir pornografía. ¡No! Esa es la mentira barata y mortífera de la serpiente. Lo que necesitas es aprender a vivir en Cristo.

Santificación: aprendiendo a vivir en Él

Antes de continuar, quiero decirte que no hay nada de qué avergonzarse. Tu pecado puede ser la pornografía o la mentira, el robo, la codicia, el enojo, el orgullo o consumir demasiadas bebidas alcohólicas, y contra cada pecado por la fe en Cristo y tu corazón arrepentido hay suficiente gracia para cambiar. ¿Será difícil? Sí. No te voy a mentir. Pues a quién le gusta que le quiten lo que parece estar funcionando contra la soledad, o parece estar satisfaciendo de manera que lo sustituyas de una relación sexual con alguien.

Dios no solo te salvó para ser cristiana e ir al cielo, Dios te salvó para que, desde el día que el Espíritu Santo vino a morar en ti, tengas el poder de apartarte para Él porque el pecado ya no te puede dominar más. ¡Sí! Puedes dominar este deseo progresivamente. Por supuesto que requerirá mayor compromiso, ayuda y oración, pero es posible porque con Cristo todo cambio es posible para el que cree en Él.

Cambia: despójate, renuévate, y revístete

¿Cómo lo hacemos? La Palabra de Dios nos provee tres mandatos en Efesios 4:22-24 para el cambio bíblico: despójate, renuévate y revístete. Porque en la semejanza de Dios, has sido creada en la justicia y santidad de la verdad. Esto quiere decir que es un trabajo compartido, pero ya ganado por Cristo. El Espíritu Santo te da el poder para vencer el pecado y tú te encargas de despojarte de la mentira que te dice la pornografía, de renovarla con la verdad de la Palabra y luego apropiarte de ella por fe.

¿Qué mentiras te dice la pornografía? Algunas de ellas son: se siente bien; nadie te está viendo; no es lo mismo a que estés teniendo relaciones sexuales con alguien; mira qué interesante es esto; una vez más, no pasará nada; ya no puedes salir; esta eres tú.

Quisiéramos que los resultados fueran inmediatos, pero nos toma toda la vida ejercer el dominio propio y amar más a Cristo. Puedes hacerte estas preguntas: 

¿Cuáles son tus motivaciones? ¿Por qué te gusta tanto? ¿Por qué crees que la necesitas? ¿Qué es lo que estás tratando de llenar? ¿Crees que lo tienes controlado? Algunas de las señales físicas que puedes experimentar son insomnio, cansancio, mal humor, cuando ves a un hombre o incluso a una mujer piensas en cómo se ven desnudos, o te recuerda a una persona que viste en algún video o imagen pornográficos, te aislas, sudas mucho, algunas infecciones urinarias, dolor de cabeza, eres más impaciente y te cuesta concentrarte. 

Como ves, la pornografía no solo daña tu corazón, sino también tu cuerpo. No solo daña la relación con Dios, sino con otros, y ciertamente te daña a ti misma. La erradicación total es progresiva, es parte de aprender a despojarse de ese viejo hombre viciado, mientras tu entendimiento de quién es Dios en Cristo va creciendo, poco a poco le seguirán tus deseos y la necesidad de agradarle en acciones y en pensamientos.

Debes estar en guardia todo el tiempo. Puedes llevar un diario escribiendo tus luchas, pensamientos y oraciones al Señor o las respuestas a estas preguntas. Puedes compartir este diario con alguien que te acompañe en esta lucha para identificar patrones o momentos tentadores. 

Ten a la mano los siguientes versos del pecado de inmoralidad sexual

  • Despójate del pecado: Marcos 7:21; Romanos 1:28-32; 1 Corintios 6:13, 18; 2 Corintios 12:21; Gálatas 5;19-21; Efesios 5:3-5; Colosenses 3:5-7; 1 Tesalonicenses 4:3-7. 

Renuévate con la Palabra de Dios : Hebreos 4:12; 2 Timoteo 3:16-17; Salmos 119:9,105,130; Santiago 1:22; Lucas 11:28; Juan 7:38; 1 Pedro 2:2.

  • Reviste tu identidad en Cristo: Efesios 3:12,17; Romanos 7:22-25; Romanos 8:1,37-39, 2 Corintios 5:17; Gálatas 3:26; Efesios 1:7,11; Efesios 2:13,22; Colosenses 1:2; Colosenses 2:7-10; Colosenses 3:3; 2 Timoteo 1:1-2; Romanos 5:1-11. 

No te des por vencida, el Espíritu Santo te ayuda en tu lucha.  Acompaña esta lectura con nuestro artículo de restauración sexual. 

https://www.reformadas.com/blog/RestauraTuVidaSexualEnCristo

Las buenas noticias del evangelio te recuerdan que puedes dejar la culpa, que hay gracia suficiente para perdonarte cuando te arrepientes, y que el amor de Dios jamás te será quitado. Lucha abiertamente contra la pornografía, no permitas que esa plaga te aleje del mayor amor y deleite de tu vida: Cristo. 

 

Aprende

¿Cómo puedes combatir el pecado de la pornografía?

Vive

Medita en el salmo 139. Memorízalo y parafraséalo con tus palabras. Ora todos los días este salmo y recuerda las verdades hermosas que cada día Dios te enseñará.

Lidera

Comparte este artículo con alguna amiga que lo necesite. Apóyense juntas en esta lucha que puede ser vencida en Cristo.

 

Recursos: 

https://somossoldados.org/mujeres-que-luchan-con-la-pornografia/

https://somossoldados.org/8-consejos-para-luchar-contra-la-pornografia/

 

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