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La Creación

Feb 19, 2021

Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. La tierra era un caos total, las tinieblas cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Y dijo Dios: «¡Que exista la luz!» Y la luz llegó a existir. Dios consideró que la luz era buena y la separó de las tinieblas. A la luz la llamó «día», y a las tinieblas,

«noche». Y vino la noche, y llegó la mañana: ese fue el primer día.

Génesis 1:1-5

 
Lee Génesis capítulos 1 y 2, ahí está el comienzo de la creación de todo. El Dios trino vivía en perfecta unidad y armonía consigo mismo. No le hacia falta absolutamente nada. Pero Dios, en un amor desbordado, creó todo como una forma de deleitarse en sí mismo, porque de ma- nera majestuosa creó todo de la nada. ¡Y vaya que Dios crea que da gusto! Dios se explayó, y todo lo que creó era bueno. Luego creó al hombre y a la mujer conforme a Su imagen y semejanza (Génesis 1:27). Todo lo que Dios creó es perfecto, armonioso, bello, glorioso. Todo lo que Él crea muestra Su poder, Su creatividad, Su bondad, Su majestuosidad.ee Génesis capítulos 1 y 2, ahí está el comienzo de la creación de todo. El Dios trino vivía en perfecta unidad y armonía consigo mismo. No le hacia falta absolutamente nada. Pero Dios, en un amor desbor-

Pero la corona de Su creación fue el ser humano, porque con nosotros compartió Su imagen y semejanza. Una facultad con la que nos creó fue la libertad de escoger, de obedecer o desobedecer, el libre albedrío. Esta libertad es algo que nos da dignidad como seres humanos, pues no somos robots que simplemente siguen órdenes, sino entes libres, pensantes. En este estado perfecto Adán y Eva tenían el privilegio y la libertad de ir a donde quisieran hacerlo, de ver lo que quisieran, de tocar todo y comer el fruto de cualquier árbol del huerto, excepto del fruto de un solo árbol: del conocimiento del bien y del mal (Génesis 2:16-17). Y lo mejor de todo era que Adán y Eva tenían plena comunión con Dios, es decir, lo conocían como Padre amoroso, como su creador, y dependían de Él, quien les había dado todo.

¿Te has imaginado a ti en el jardín del Edén? Cierra tus ojos e imagina esos colores, olores, sabores, sonidos... no sé tú, pero yo me imagino que el Edén era un lugar súper especial, perfecto. El hombre y la mujer cultivaban y cuidaban aquel jardín, una tierra y naturaleza noble en donde todo depen- día de Dios. Era un trabajo bueno, importante, fácil. Todo funcionaba como debía ser. No había ni demasiado sol, ni demasiada lluvia, ni demasiado frío, ni demasiado crecimiento, ni demasiado de nada. No había dificultad, no había muerte. El Edén era un estado perfecto en donde todo dependía y se sometía a la buena voluntad de Dios, por tanto, había paz, shalom, en donde todo era bueno.

La creación original del Edén, la relación entre el hombre y Dios, es el estándar de cómo deben ser las cosas. Lo que Dios creó era bueno, pleno, perfecto, porque Dios no puede crear nada malo ya que iría en contra de Su naturaleza, infringiría Su gloria, Su identidad. En el diseño original todo era bueno. Perfecto.

Pero hoy sabemos que el mundo actual ha dejado de lado el diseño original. Si Dios creó todo bueno, ¿por qué vivimos en un mundo tan imper- fecto y difícil? ¿Qué cambio? ¿Qué sucedió?

Continúa en estos 40 días y lo sabrás.

 

Aprende

  • Lee Génesis 1:27,31. ¿Qué expresó Dios al terminar su creación? Bajo este escenario, Dios decidió coronar su creación con el hom- bre, ¿a la imagen de quién lo creó?

 

Vive

  • Medita en lo siguiente: ¿de dónde proviene tu identidad?, ¿quién define quién eres? Recuer- da que eres parte de la creación de Dios, por lo tanto, Él es quien dicta quién eres.

 

Lidera

  • Recuérdales a tres amigos que son creación de Dios, que no son producto de la casualidad o de la nada, y que son amados por Él.

 

 

 

 

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